04 mayo 2013

Centenario de la Toma de Reynosa

• El General Lucio Blanco invade Reynosa el 10 de mayo de 1913. Los ecos de una eminente revolución en México se dejaban sentir cada vez más fuerte en la Villa de Reynosa, una vez asesinados Francisco I Madero y Pino Suarez en febrero de 1913, y en franca complicidad con la embajada de Estados Unidos de Norteamérica, Victoriano Huerta asume la jefatura del País, la reacción inmediata del norte fue la proclamación del plan de Guadalupe promovido por Venustiano Carranza Gobernador del Estado de Coahuila. Carranza consideró la investidura presidencial de Huerta como anticonstitucional, proclamando respeto y observancia de la Constitución de 1857, a este movimiento lo denominó constitucionalismo y atrajo a la mayoría de los jefes militares al servicio del ex presidente Francisco I Madero. La zona noreste fue encomendada al General Lucio Blanco , quien avanzó desde Coahuila al frente del regimiento “Libres del Norte” rumbo a Tamaulipas, donde ocupó en su primera etapa las villas de Burgo, Méndez, San Fernando y Jiménez. A principios de mayo se encamino sobre la frontera y decidió tomar Reynosa, previo al ataque aisló a la Villa al destruir las vías ferroviarias de acceso, lanzándose a la carga el día 10 de mayo y tomando después de un corto tiroteo con la guarnición sostenida por el 27 Regimiento bajo el mando del Teniente Severiano Cervantes y el Coronel Victor Piña, ambos huyeron rumbo a matamoros. Al ser tomada la Villa de Reynosa aprehenden al alcalde Esiquio de la Garza quien administraba el pueblo desde varios periodos atrás desde 1905. Después de la aprehensión de Esiquio, la Villa de Reynosa nombra al señor Simón González, quien después renuncia y sube como alcalde Rafael Quintanilla en ese mismo año de 1913.
 Éxodo de Los ricos del pueblo
Las familias mas destacados de la Villa no dudaron en solicitar asilo a las hermanas ciudades del Valle de Texas por el miedo que los “revoltosos” hicieran daño a sus esposas e hijos. Las fuerzas carrancistas al mando del General Lucio Blanco llegaron el 9 de mayo y enviaron un comunicado al Jefe Militar que protegía la Plaza, con copia al presidente municipal Esiquio de la Garza, y decía: “para que usted sepa que voy atacar la Plaza, si no me es entregada, ustedes permitan la salida por lado norteamericano de los no combatientes ,principalmente a las familias para evitarles las molestias propias del asalto”. La noticia de la invasión corrió como reguero de pólvora y las tres lanchas que servían de paso al lado americano no se dieron abasto desde la mañana del 9 y parte de la mañana del día 10, casi toda la gente se fue. La noche del día 9 de mayo , la villa de Reynosa cayó en un profundo silencio, el palacio Municipal desierto, La iglesia también, las tiendas con sus trancas, el silencio era sobrecogedor. Algunas gentes a pesar de la amenaza de los “revolucionarios” llegaron a la estación del tren, pues es día 10 de mayo también se había programado por el gobierno federal la inauguración del “Tren Directo” del Retamal Reynosa-Monterrey – Matamoros. Desde la estación del ferrocarril las personas pudieron observar que venían los hombres armados del General Lucio Blanco, procedentes del “charco Escondido” todos corrieron a refugiarse a la Villa.

 Fusilan al alcalde de la Villa en el panteón.

Al tomar el General Lucio Blanco , la plaza de la Villa , el tiroteo se inicio en la esquina de las calles  Porfirio Díaz y Guerrero, los defensores contestaron desde la azota de la casa de Don Gerardo M. Gutiérrez  que estaba frente al Mercado Zaragoza, a mitad de la cuadra, por la calle Matamoros.
Otro grupo de soldados entró por la calle Juárez, disparando de la esquina  de Juárez y Morelos a los pocos defensores que estaban en la torre de la iglesia, no opusieron mucha resistencia y la Plaza fue tomada.
 A las once de la noche del día 20 de octubre  de 1913, don Esiquio  de la Garza, fue conducido por un piquete de soldados al mando del coronel Artigas, lo colocaron al contra el muro del camposanto y bajo un destello que provocaron las carabinas 30-30, cayó fulminado el edil, después de haber estado cinco meses bajo el celo de los revolucionarios.

Por: Víctor Manuel González Treviño
miembro de honor Sociedad de Historia de Reynosa.
fuentes: “Cronologia de Reynosa” de Arnoldo De Gárate, “A la orillita del río” de Minerva Morales, Archivo Municipal. 

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