10 junio 2010

Esquina Bajan/ Lecturum Mortem

Vico G

La esperanza muere al último expresan los optimistas. ¡Yo no quiero morir! , grita la esperanza. ¡Cállese! Los expertos opinan que las estadísticas son contundentes. A los mexicanos no nos gusta leer ya que el 99.9 % no agarra un libro ni para defensa propia, ni de almohada, es más ni aparato ortopédico para remediar la ruptura de la pata de la cama. Gabriel Zaid difundió hace poco en la revista Letras Libres su ensayo “La lectura como fracaso del sistema educativo”. Una de ellas señala que hay 8.8 millones de mexicanos que han realizado estudios superiores o de posgrado, pero que el dieciocho por ciento de ellos (1.6 millones) nunca ha puesto pie en una librería.
La UNESCO y la OCDE otorgan a México en su reporte “Hábitos de Lectura” el lugar 107 de una lista de 108 países. Según esos estudios, el mexicano promedio lee 2.8 libros al año. Hay sólo una biblioteca pública por cada quince mil habitantes. El cuarenta por ciento de los mexicanos nunca ha entrado, ni por error, a una librería. Existe una librería por cada doscientos mil habitantes. En todo el país hay solamente seiscientas librerías.
Otro dato contundente, en su ensayo, Zaid señala lo siguiente: “La mitad de los universitarios (cuatro millones) prácticamente no compra libros.” Luego dice que “en 53 años el número de librerías por millón de habitantes se ha reducido de 45 a 18” en la culta capirucha.
Parafraseando a Guillermo Sheridan: en México la clase ilustrada es aún más bruta que la clase iletrada.
¿y nuestra querida Reynosa? Somos parte de esa cultura norteña de la carne asada y de la chela, y ahora muy en boga, entrenar el dedo índice para disparar mejor. Oh, tal pareciera que revivieron los hermanos Del Fierro, Dimas de león, chito cano. Pistoleros de antaño. ¿Leyeron alguna vez en su vida? ¡Claro que no! Lo mismo sucede con los jóvenes de la época actual son parte de esa estadística de apáticos que les causa sarpullido agarrar un libro.
Por eso aplaudo a los organismos o promotores independientes interesados en promover la lectura que reman contra una corriente “sotavento”. Cada año ITCA envía alrededor de 60 mil pesos a los municipios en donde existen instituciones culturales para la promoción de la lectura. Sin embargo, algunas instituciones siempre piden de favor a los promotores o escritores locales que lean algo ¿y el recurso?
Me informan que el país que obtuvo el lugar 108 de la lista de países no lectores ya no existe porque se derritió a consecuencia del calentamiento global.
Por eso en esta Esquina, ¡Bajan!….
hoyenlacultura@yahoo.com.mx