por Víctor González
Nada termino con mi partida,
tus lágrimas subieron la marea
de octubre, al recordar mi onomástico
Y un caracol te anunciaba una nueva vida.
Caminabas sin rumbo,
descalza, sintiendo la arena
que un día nos arropó.
Te dejaste llevar por la marea,
una noche sin estrellas.
Todo paso rápido, como una ola embravecida.
Mil noches de soledad
te preguntabas porque me fuí
así de simple, ni el mar calmaba tu furia.
Ahora sé por tí, que intentaste naufragar,
Pero él te salvo.
Y sigues siendo salva
Ahora que nos encontramos.
sumergidos en la misma playa
de hace cinco años.
Mis palabras se estrellan en las rocas
Fragmentadas como las furiosas olas.
Y me miras. Te sumerges, más no develamos
el misterio nocturno.
Me besas, te beso; no pasa más.
Sigues siendo salva.
Me voy de nuevo
Pero sabes que siempre el mar
Me traerá de regreso
Con la marea de octubre.
2 comentarios:
Maestro siga con su labor de informar, felicidades.
si muy bueno
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