01 febrero 2008
Adicción
autor:Víctor González
Era necesario e indispensable acabar con ella,fulminarla en un instante.
Se mostraba fría, inmensamente fría y distante. Él Sudaba copiosamente, una temblorina invadía todo su cuerpo, el gaznate seco, estéril y los labios con diminutos surcos pidiendo a gritos ahogados el gélido beso.
Dando traspiés llegó de sorpresa. Presiono su boca a la de ella y sin resistencia alguna acabo con sus fluidos. Lentamente se fue extinguiendo. Cuando se dio cuenta el acto ya estaba consumado. Inmediatamente la soltó de sus manos y el cuerpo se hizo añicos. Recogió la evidencia y se juro no volver hacerlo.
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