Autor: Víctor González Treviño
Fría la mañana sin sol.
Fria la navaja sin sangre.
Ni un alma que llene el crisol
De este mundo en herrumbre.
Rumbo. Rumba.
Salgo a la calle
Silbando una cumbia.
Melodía de masas.
Musas.
Me abordan, se agolpan en la sien.
Mi sangre bulle al cien.
Postula. Póstuma.
Reclama el cuerpo.
Un gemido parte el aire.
Siente el frió en las entrañas.
¡a ver si así no me extrañas!
Arañas.
Reptan en mis manos.
Tejen la incertidumbre
De lo que es, fue y será
De este mundo en derrumbre
La mañana ya no es fria.
La gente de mi ya no se fía.
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