Autor:Víctor González
Sólo soy polvo/galopando en tus párpados./Un vago recuerdo/postrado en tu cama/ sólo soy aquél/un atrevido que se envolvió en tu piel/ no queda nada/ni la caricia nocturna ni los buenos días/por que al final el amor se jode/se desintegra ipso facto/la dulzura cede a la amargura/y nada marcha igual/y morimos cada instante de amor/somos polvo encapsulados/y nos volvemos a conocer.
31 mayo 2008
29 mayo 2008
MUSICA PARA VOLAR
! Y tú, tienes el valor !
ASISTE AL PROXIMO BACANAL EXPRESSARET REYNOSA
El proximo domingo 1 de Junio se celebrara una vez mas Los Bacanales Expressarte Reynosa, la hora de reunion sera a las 8 de la noche,este sera el ultimo Bacanal porque despues se tomara un receso hasta finales de Septiembre, descansaremos durante las vacaciones de verano. El evento contara con la presencia de la banda de Free Jazz italo-Mexicana IMPROMUSAK, todo un espectaculo imperdible, ademas de nuestros ya acostumbrados modelos posando para nosotros los artistas, ademas de canapes y la consabida Sangria Española. Si quieres asistir puedes pedir una invitacion via mail a la siguiente direccion: expressartereynosa@hotmail.com recuerda que la invitacion es obligatoria.
El proximo domingo 1 de Junio se celebrara una vez mas Los Bacanales Expressarte Reynosa, la hora de reunion sera a las 8 de la noche,este sera el ultimo Bacanal porque despues se tomara un receso hasta finales de Septiembre, descansaremos durante las vacaciones de verano. El evento contara con la presencia de la banda de Free Jazz italo-Mexicana IMPROMUSAK, todo un espectaculo imperdible, ademas de nuestros ya acostumbrados modelos posando para nosotros los artistas, ademas de canapes y la consabida Sangria Española. Si quieres asistir puedes pedir una invitacion via mail a la siguiente direccion: expressartereynosa@hotmail.com recuerda que la invitacion es obligatoria.
27 mayo 2008
El amor de un Poeta
por Víctor González
Una vez más/ el poeta se vuelve a enamorar/Bajo las luces de neón/Busca al verdugo de su corazón/músculo al borde del clímax/la damisela se acerca/retadora y altiva/bebe de sus labios/la pócima mágica del amor/siente un intenso calor/el poeta apura la copa/se embriaga de su cuerpo/la noche se diluye/en los ojos de la dama/Ajena y distante/de los versos del trovador/ya no hay más prosa/ya no hay más vino/ya no hay más dinero/ y el poeta se queda sólo/añorando volver amar.
Una vez más/ el poeta se vuelve a enamorar/Bajo las luces de neón/Busca al verdugo de su corazón/músculo al borde del clímax/la damisela se acerca/retadora y altiva/bebe de sus labios/la pócima mágica del amor/siente un intenso calor/el poeta apura la copa/se embriaga de su cuerpo/la noche se diluye/en los ojos de la dama/Ajena y distante/de los versos del trovador/ya no hay más prosa/ya no hay más vino/ya no hay más dinero/ y el poeta se queda sólo/añorando volver amar.
26 mayo 2008
EL Ocaso del Poeta
Por: Víctor González
Juan Pueblo duerme sentado
sobre hojas repletas de versos
añorando aquellos besos
que despertaron al párvulo.
No ronca, no duerme, aunque lo parece
Está quietecitoo, !cómo si no perteneciera a este mundo!
Su sueño ya es eterno
no murió de amor, sino de hambre
porque nadie se enamora
ya de sus versos conversos
24 mayo 2008
La otra realidad
Por Víctor González
La habitación estaba sumergida en una densa neblina de distintos aromas de sahumerios. Un improvisado altar con sus respetivas veladoras flanqueaban una estatua de Melsequidec. La figura parecía antiquísima y dominaba desde ese ángulo la entrada del cuarto. Sus ojos, arqueados por cejas de profundo relieve, parecían vigilar los movimientos de los visitantes.
En medio de la habitación, una improvisada mesa dominaba el espacio, encima diversas herramientas de cortes con rasgos de sangre seca, al menos eso parecían las costras que se dibujaban en sus cuerpos de acero.
En ese instante sintió un frío intenso recorrer la espina dorsal, las manos empezaron sudarle y los pies se negaban a dar un paso más entre la bruma de la habitación. Entonces escuchó el grito desgarrador que lo congeló por completo.
¡Fatiimoooo!. El grito provenía de la garganta de su madre, quién habilitó la mesa de estancia para cortar la carne producto de la cacaería de esa mañana. La estancia se había impregnado ya del humo de los cigarrillos que fumaban sin parar sus familiares que estaban de visita. Era el día de la Virgen de Fátima, cuya imagen rodeada de flores y ofrendas estaba radiante de felicidad.
Realmente envidiaba a la estatuilla religiosa por tantos dispendios en su honor. Pero, lo que lo desencajaba, era soportar la sonrisa burlona echada acuestas cada vez que pasaba a su lado. No podía comprender aun porque decidieron sus padres ponerle el nombre masculino de la supuesta virgen de Fátima. Tal vez por eso, decidió aniquilarla azotándola en el piso, su cuerpo de porcelana se desquebrajo, fue cuando descubrió que realmente era un disfraz que contenía la imagen de Melsequidec Dios de los gentiles, mismo dios que le hablaba en sus sueños. Se armó un pandemónium, su madre histéricamente gritando, su padre enmudecido con gesto de horror, sus tíos arrodillados rezando plegarias. Fueron los primeros-según el parte policiaco-fueron degollados en esa posición. A un costado el padre del muchacho con un cuchillo incrustado en el corazón. La madre-intervino un detective-sufrió mutilaciones de las extremidades, también degollada, sobre la mesa quedaron los brazos.
No contestaba a los interrogatorios de los policías, solo señalaba hacía los restos de la estatua de la virgen de Fátima, y pronunciaba el nombre de Melsequidec, en repetidas ocasiones. Lo internaron en el sanatorio mental de las carmelitas y lo recibieron con una medalla de Fátima, cuando la vio, realmente vio el rosto de Melsequidec. Guiñándole el ojo.
La habitación estaba sumergida en una densa neblina de distintos aromas de sahumerios. Un improvisado altar con sus respetivas veladoras flanqueaban una estatua de Melsequidec. La figura parecía antiquísima y dominaba desde ese ángulo la entrada del cuarto. Sus ojos, arqueados por cejas de profundo relieve, parecían vigilar los movimientos de los visitantes.
En medio de la habitación, una improvisada mesa dominaba el espacio, encima diversas herramientas de cortes con rasgos de sangre seca, al menos eso parecían las costras que se dibujaban en sus cuerpos de acero.
En ese instante sintió un frío intenso recorrer la espina dorsal, las manos empezaron sudarle y los pies se negaban a dar un paso más entre la bruma de la habitación. Entonces escuchó el grito desgarrador que lo congeló por completo.
¡Fatiimoooo!. El grito provenía de la garganta de su madre, quién habilitó la mesa de estancia para cortar la carne producto de la cacaería de esa mañana. La estancia se había impregnado ya del humo de los cigarrillos que fumaban sin parar sus familiares que estaban de visita. Era el día de la Virgen de Fátima, cuya imagen rodeada de flores y ofrendas estaba radiante de felicidad.
Realmente envidiaba a la estatuilla religiosa por tantos dispendios en su honor. Pero, lo que lo desencajaba, era soportar la sonrisa burlona echada acuestas cada vez que pasaba a su lado. No podía comprender aun porque decidieron sus padres ponerle el nombre masculino de la supuesta virgen de Fátima. Tal vez por eso, decidió aniquilarla azotándola en el piso, su cuerpo de porcelana se desquebrajo, fue cuando descubrió que realmente era un disfraz que contenía la imagen de Melsequidec Dios de los gentiles, mismo dios que le hablaba en sus sueños. Se armó un pandemónium, su madre histéricamente gritando, su padre enmudecido con gesto de horror, sus tíos arrodillados rezando plegarias. Fueron los primeros-según el parte policiaco-fueron degollados en esa posición. A un costado el padre del muchacho con un cuchillo incrustado en el corazón. La madre-intervino un detective-sufrió mutilaciones de las extremidades, también degollada, sobre la mesa quedaron los brazos.
No contestaba a los interrogatorios de los policías, solo señalaba hacía los restos de la estatua de la virgen de Fátima, y pronunciaba el nombre de Melsequidec, en repetidas ocasiones. Lo internaron en el sanatorio mental de las carmelitas y lo recibieron con una medalla de Fátima, cuando la vio, realmente vio el rosto de Melsequidec. Guiñándole el ojo.
17 mayo 2008
“LUNA CÓRNEA” DEDICA SU NUEVO NÚMERO AL FOTÓGRAFO NACHO LÓPEZ
Por: Consejo Nacional para la Cultura y las Arte
Reconocido como un fotógrafo preciso y riguroso, Nacho López (1923-1986) fue también un artista adelantado de su época. Recurrió a novedosas técnicas narrativas y géneros expresivos que dejaron su impronta, como la puesta en escena callejera, con la que logró extremar las posibilidades de la foto fija.
La revista de fotografía Luna Córnea, editada por el Centro de la Imagen, el Centro Nacional de las Artes y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dedica su volumen número 31 a la vida y obra de quien fuera uno de los más destacados cronistas visuales de las contradicciones sociales en México durante la segunda mitad del siglo XX.
Con la edición de este número, Nacho López se convierte en el tercer fotógrafo al que la revista dedica un número monográfico especial, en poco más de 15 años de publicación. El primero de ellos fue para Manuel Álvarez Bravo (Luna Córnea No. 1) y el segundo para Héctor García (Luna Córnea No. 26).
Entre sus temas más conocidos están las calles de la ciudad de México, los billares, las pulquerías y la vida carcelaria en el Palacio Negro de Lecumberri. Sus series, Bella mujer en Madero y La virgen india, se cuentan entre las más representativas de su obra y se inscriben entre los trabajos más antologados de la fotografía nacional.
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